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Batoví y Bonilla

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Año 2023

Representa la historia de Ana Josefa Babera. El personaje en cuestión, autoreferenciada a través de su propio testamento, se define como "negra libre, natural de áfrica, vecina de Tacuarembó chico". Ana Barbera, en diversos documentos, declara estar casada con Carlos Montiel natural de Paraguay y consta que no tuvieron descendencia. Barbera y Montiel están registrados en el Padrón levantado en el Campamento del Ayuí (éxodo del Pueblo Oriental).

En el año 1808 compran a José Antonio Inchaurbe, co-albacea de Juan Antonio Ybarra las tierras donde se asentaron para el resto de sus vidas. Las mismas habían sido denunciadas, según las disposiciones de la normativa del Imperio Español, el 22 de diciembre de 1797. De la investigación que se realizó, se desprende sin dudas que en parte de estas tierras, se fundó a posteriori la ciudad de Tacuarembó.

Es en ese territorio donde Ana se desarrolla y muestra a través de un documento genuino (su testamento) su excepcional don de gentes, estableciendo, entre otras cosas que, con sus recursos se erigiera un oratorio (capellanía), "cuio Capellán tenga la onligaci.n de existir en mis ahs. (dichos) del Tacuarembó Chico, celebrar los Domingos p.r mi Alma y asistir en lo espiritual a todo aquel vecindario por allarse tan destituido de bienes espirituales, pues la Iglesia mas cercana dista quarenta leguas, p.a (para) cuio efecto se deberá edificar un oratorio pp.co. (público)”(sic). Este oratorio se fundó en el año 1822 y permaneció hasta 1825.

En nuestro Fogón se representa la casa de Ana Barbera, los corrales, un depósito que resguardaba cebo que comercializaba (en pequeñas cantidades) y el Oratorio. Además, se presentarán otras obras accesorias comunes de la época y la documentación que respalda esta representación. Los materiales más usados son el terrón, piedra, madera, cuero y el tiento.




Año 2022

Representan lo que denominan "El galpón del Guasquero". Se han basado en una leyenda, una fábula que ha quedado instaurada en nuestro norte uruguayo y que cuenta con la particularidad de un Guasquero negro, y buscando antecedentes en la historia relatada por personas de avanzada edad, llegaron a la veracidad de su existencia, siendo este el abuelo de quien desarrolla el oficio, el Sr. Kandy Olivera, y a su vez desarrollará la temática implantada.

Don Jeronimo Olivera, nacido en paraje "bañado de Rocha" en Tacuarembó, alrededor de 1875, aprendió el oficio de chico; de una familia sin poder adquisitivo y estigmatizado por su color de piel, salió a temprana edad a trabajar en estancias, perfeccionando día a día el oficio de guasquero, así como ganando fama como tal, entre hacendados tanto del lado brasilero como uruguayo, ya que estas labores lo llevaron siempre a estar al lado de la frontera, siendo conocido como "El guasquero negro" popularmente.

Avalado por la historia, el guasquero de esas eras, no contaba con un lugar físico propio, como hoy día que trabajan en sus talleres. Eran nómades, errantes que andaban de estancia en estancia, cumpliendo con los requerimientos de patrones, quienes les brindaban la materia prima (el cuero crudo), y de ahí las diferentes obras que confeccionaba a mano como pretales, pasadores, lazos, maneas, bozales, cabezadas, riendas, rebenques y una diversidad de obras que se pudieran hacer en cuero crudo, sin más herramientas que un palo adaptado para macetar el cuero, un alambre acerado para hacer sus leznas o punzones y un cuchillo bien afilado para cortar los diversos grosores del cuero, desde una lonja a un tiento tan fino como cabello de mujer que se le dice.

El guasquero negro iba dejando sus conocimientos y enseñanzas a peones de estancias que mostraban interés por aprender y así nacía un nuevo guasquero, sin la necesidad de tener estudios.

En el galpón que se recrea, el cual no representa a ningún establecimiento en particular, sino que busca representar a todas las estancias en general, encontramos diversos trabajos del guasquero, desde un revestido entretejido en 280 tientos, lo que se llama trabajo fino, hasta lo más rudimentario como un sobeo a partir siempre de la pieza de cuero.

Por otro lado, el galpón era el lugar habitación que se le daba al guasquero, y tenía allí su lugar para pernoctar, por el tiempo que le llevara realizar los diversos trabajos, los cuales eran muy variables y podían ser de semanas, meses y hasta años, aunque siempre tenía que emprender viaje.

Este mismo galpón, el cual un poco el guasquero acondicionaba a sus requerimientos, por lo general era el mismo galpón de ensillar, por lo que encontraremos debidamente acondicionados, diversidad de recados y aperos completos del personal de campo, y como complemento al galpón del guasquero, han instaurado a un lado del predio, un rancho que lo definieron como cocina comedor y dormitorio de lo que sería la peonada.




Año 2020

Representan el primer local comercial La Esperanza, creado en 1910, aproximadamente en el poblado que actualmente se le conoce como Sauce de Batoví, ubicado a 23 km. de la ciudad de Tacuarembó. El edificio consistía de una estructura de madera de monte y paredes de paja fajinada, cubierta de barro y techo de paja. Junto al rancho había un horno de barro y al fondo, al lado de un galpón, un carneadero. El comercio era de ramos generales y en ese mismo lugar vivía Basilio y su familia.

Brasilio Martinote Rieffel, nació en San Gregorio de Polanco, en el año 1886. Era hijo de inmigrantes, su padre Martiniano Martinote era vasco español, y su madre Rosalía Rieffel era alemana. Ambos llegaron a Uruguay y se establecen en Carpintería, un poblado cercano a Rincón del Bonete, y luego se trasladan a San Gregorio de Polanco.

Desde joven se emplea en un almacén, luego pasa a trabajar en un saladero en Paysandú, logra ahorrar dinero y se establece como comerciante en Batoví junto a su madre y ocho hermanos, después de instalarse realiza la apertura de un almacén que mucho después fue cambiado por un amplio local de material.

En 1915 se casa con Universina Texteira da Silva con quien forma una numerosa familia de ocho hijos. Su afincamiento en la zona fue muy favorable para los pobladores del lugar, por tener un comercio en donde poder adquirir diferentes víveres, pero sobre todo era considerado una persona muy trabajadora, solidaria y siempre dispuesto a colaborar con quien lo necesitara.

Uno de los hechos más recordados es su colaboración con la Escuela Nro. 53. En este momento estuvo funcionando en un rancho de terrón y debido a las inclemencias del tiempo y al estado de deterioro en el que se encontraba, se cayó una pared y no pueden continuar dictando clases allí. La solución del Sr. Inspector fue continuar con las clases al aire libre hasta solucionar la situación, la orden se cumplió, pero los alumnos comenzaron a enfermar debido al frío. Brasilo enterado de este problema, decidió donar unas hectáreas de su propiedad para construir un nuevo edificio de material, pero dado que la construcción insumía mucho tiempo, decidió ofrecer el depósito de su almacén para continuar allí con las clases.






Año 2019

Presentan la recreación de la estancia de Pedro Echegarray, ubicada en Valle Edén departamento de Tacuarembó, que data de 1880 hasta 1950, en que la familia se radica en Tacuarembó, ciudad. Dicha estancia cobra vital relevancia por la amistad estrecha entre su propietario Pedro Echegarray y Carlos Gardel, nuestro máximo exponente en el género tanguero, y que también naciera allí en Valle Edén e hiciera su convalecencia en dicha estancia luego de sufrir un altercado donde recibió un balazo, que nunca fuera extraído de su cuerpo y jamás le molestará e interfiriera en su salud.




Año 2018

Representan una escuela rural paraje Batovi

Dicha escuela fue fundada en febrero de 1908, para cubrir la necesidad educacional de la zona, densamente poblada por chacreros básicamente, con pequeñas parcelas y familias numerosas. En su comienzo funcionaba en un rancho de palo a pique, a dos aguas. En 1933 pasa a una construcción de material.

Se cuenta con las bitácoras originales desde su creación en 1908, que incluyen el libro diario, libro de quebranto de caja. Escudo original de época, busto del Gral. José Artigas hecho en 1900 y un cuadro del padre de la escuela Don José Pedro Varela.



Año 2017

Recreó una casa de familia del año 1920, cuyo propietario José Benítez organizaba fiestas y bailes de campaña, con la música de Jacinto "Cacho" Rondán (acordeón, guitarra y bandoneón).

En "Monta sobre el Revolcón" obtuvieron un premio compartido con las Sociedades "Atri" y "Lazo, Rienda y Boleadora".
En "Tiro de bola en Potros Crudos" el premio fue para Jonatan Correa y Edgar Pérez. Premio compartido con la Sociedad "Juan E. Gastelú".
En "Carrera del Charrúa" el premio fue para Nicolás Silvera.



Vengan Santos milagrosos, Vengan todos en mi ayuda, Que la lengua se me añuda Y se me turba la vista; Pido a Dios que me asista En una ocasión tan ruda."

- Martín Fierro