En la localidad Ansina, departamento de Tacuarembó, se congregaron vecinos de este pueblo y de los pagos circundantes para construir esta Sociedad Criolla. La fecha de fundación es el 11 de octubre de 1972 y su primer presidente fue José Ramón González. El nombre de la institución surgió como consecuencia de un llamado público. Desde hace varios años poseen sede propia en villa Ansina, donde durante los últimos años de la dictadura cívico-militar organizaron festivales criollos aglutinando a los paisanos dispersos en la campaña. El periodista Juan Carlos López señala estas experiencias como un antecedente puntual de la Fiesta de la Patria Gaucha, por el colorido y participación de la gente en esos encuentros.
Constituyó también un firme apoyo para las "Fiestas Gauchas de la Virgen de Itatí", la expresión más importante del turismo religioso del Norte de nuestro país, que se desarrolla a principio de diciembre de cada año. Así mismo, desde los inicios de la década del noventa en el mes de agosto organizan un raid hípico de 90 kilómetros federados, regidos por las reglas de la Federación Ecuestre del Uruguay. Participaron desde la primera edición de la Patria Gaucha, siendo también una de las primeras ocho fundadoras.
"Ansina: el camino hacia el fin del mundo"
En el marco de la trigésima octava fiesta de la Patria Gaucha y teniendo como objetivo la recreación de nuestras tradiciones y huella cultural, nuestra Sociedad Criolla "Los Tizones de Ansina" aplaude la temática seleccionada este año con motivo de recordar los doscientos años del primer paso jurídico dado para lograr nuestra independencia: la declaratoria del 25 de Agosto de 1825.
Prontamente supimos cuál era la temática central, nos hemos preguntado cuál debería ser la reconstrucción de nuestro fogón y en esa búsqueda de renovar y de relacionarlo con la temática, hemos decidido centrarnos en un lugar por ser hábitat del gran compañero de nuestro prócer en su camino hacia el exilio: Don Joaquín Lenzina, más conocido como Ansina.
Somos conscientes que en estos doscientos años, la huella de nuestra tradición se va pasando de generación en generación, con la enseñanza en los centros educativos, pero además por la búsqueda de muchos historiadores por seguir en la investigación de nuestras raíces. Tan importantes como los mismos historiadores han sido los descendientes de cada uno de los paisanos, indios, morenos y todos aquellos que persiguiendo un sueño de libertad, lucharon al lado de José Gervasio Artigas para forjar el camino de lo que hoy somos, más allá de la aclaración más que importante de que en las ideas de nuestro prócer nunca estuvo el concepto de Uruguay, sino la Liga Federal.
Pero más allá de esta aclaración en relación a la temática, no podemos menoscabar el hecho de que por más que no luchó por la declaratoria de la Independencia de nuestro país directamente como un objetivo principal, si lo hizo por el sueño de libertad y de equidad que con el paso de los años derivó en la formación de un Estado nuevo, que se formalizó tres años y dos días más tarde cuando se firma la Convención Preliminar de Paz.
En ese camino de lucha constante por sus ideales, nuestro prócer encontró en la figura de nuestro homenajeado, ese respaldo necesario, esa mano derecha, esa persona con quien hablar en los momentos donde la mente parecía pintar obras surrealistas.
De esta manera la Sociedad Criolla "Los Tizones de Ansina" este año rinde homenaje a Joaquin Lenzina y busca reconstruir la localidad de San Isidro Labrador de Curuguaty, donde nuestro prócer y nuestro homenajeado vivieron desde el 1820 al 1845, en ese camino de lejanía de la tierra nuestra pero en la cercanía de una amistad que se refleja en la respuesta de nuestro Ansina: "...si avanza mi General, lo sigo hasta el fin del mundo..."
Yo soy toro en mi rodeo Y torazo en rodeo ajeno; Siempre me tuve por güeno Y si me quieren probar, Salgan otros a cantar Y veremos quién es menos."
- Martín Fierro