Un grupo de visionarios comenzó a trabajar en la ciudad de Rivera a principios del año 1984 para fundar una institución recreativa de carácter tradicionalista. La primera reunión se efectuó en el club Casa del Empleado el 3 de febrero de ese año, disponiéndose autoridades provisorias para diagramar la constitución definitiva. Se fundó finalmente el 19 de abril de 1984. Su primer presidente fue Ney Noble. La sede es en paraje "La Lata", ubicado en una zona aledaña a la ciudad capital del departamento del mismo nombre. Es una de las ocho aparcerías participantes en la fundación de la Fiesta.
ATRI: Homenaje a la Panadería y Despensa de la Estancia Santa Ernestina
La Agrupación Tradicionalista de Rivera (ATRI) rinde homenaje a un legado histórico que forma parte de la identidad de la región: la panadería y despensa de la Estancia Santa Ernestina. Este espacio, fundado alrededor de 1881 en el corazón de una vibrante comunidad minera en Rivera, no solo fue un lugar de producción de alimentos, sino también un punto clave de intercambio económico y social que reflejaba la diversidad cultural de la época.
El pan, símbolo universal de cohesión y tradición, tiene una historia profundamente arraigada en Uruguay, enriquecida por la influencia de inmigrantes europeos que trajeron consigo recetas icónicas como el pan marsellés, las flautas y los bizcochos. En la panadería de la Estancia Santa Ernestina, este legado cobraba vida diariamente. Más que un simple establecimiento, la panadería funcionaba como un eje económico y social donde se elaboraban panes tradicionales, se pagaban salarios y se tejían historias entre trabajadores de diversos orígenes.
Aunque el espacio físico no permite una recreación completa del edificio original, se han cuidado meticulosamente los detalles para resaltar los elementos más representativos. Los visitantes podrán apreciar el local de elaboración del pan y la despensa, ambientados con herramientas tradicionales, sacos de harina y una réplica simbólica del horno de barro, que era el alma de la producción. Este horno, centro de la actividad panadera, no solo cocía el pan, sino que también simbolizaba el calor humano y la unión de la comunidad.
La panadería de Santa Ernestina no se limitaba a la producción de alimentos. Era un lugar de encuentro donde convergían mineros, trabajadores rurales y familias, creando un tejido social único. A través de explicaciones integradas en la recreación, se destaca el rol multifacético de este espacio: como punto de pago de salarios, centro de intercambio de mercancías y lugar de reunión donde se compartían noticias, risas y anécdotas.
La ambientación cuidadosamente diseñada transporta a los visitantes a finales del siglo XIX, permitiéndoles experimentar la vida cotidiana de quienes habitaron y trabajaron en la Estancia Santa Ernestina. Cada detalle, desde las herramientas hasta los aromas evocados, contribuye a revivir una época en la que la panadería era mucho más que un lugar para hacer pan: era el corazón palpitante de una comunidad.
Con este homenaje, ATRI no solo preserva la memoria de la panadería y despensa de Santa Ernestina, sino que también celebra el espíritu de unión, trabajo y tradición que sigue vivo en la cultura de Rivera. Este espacio es un tributo a quienes, con sus manos y su esfuerzo, forjaron una parte fundamental de nuestra historia.
Pido a los Santos del Cielo Que ayuden mi pensamiento; Les pido en este momento Que voy a cantar mi historia Me refresquen la memoria Y aclaren mi entendimiento."
- Martín Fierro